Con cuatro años de vida, Dynamical 3D, empresa emancipada de CEEIARAGON, especializada en fabricación aditiva e impresoras 3D, vuelve a verse obligada a cambiar de sede para afrontar los retos derivados de sus más que reseñables crecimientos, cifrados en un 30% cada año. Tras su salida de CEEIARAGON, y después de trabajar dos años y medio en una planta en Cuarte de Huerva, la firma que pilota Pablo Murillo prepara un nuevo traslado, en esta ocasión al polígono Centrovía de La Muela.
La hasta no mucho denominada Dynamical Tools prevé que 2020 sea el año de su «explosión» ya que, como apunta Murillo, «estamos en el punto que deseábamos cuando fundé la compañía allá por finales de 2005, ya que tenemos grandes productos listos para ser comercializados a nivel masivo, contamos con un gran equipo experimentado, y gracias a la incorporación de los mejores socios inversores posibles a finales del 2018, los medios para poder explotar todos estos ingredientes a nivel internacional». 2019, afirma este emprendedor zaragozano, «ha sido un año en que hemos invertido una gran cantidad económica para llegar donde estamos en un tiempo récord, y veremos los resultados en unos pocos meses tras la inauguración de las nuevas instalaciones».
El traslado a La Muela de Dynamical 3D, que pasó en 2019 de los 18 trabajadores a los 32, se materializará en febrero y permitirá a la empresa instalar progresivamente cuatro líneas de producción simultáneas y multiproducto «gracias a la implantación de procesos basados en ‘lean manufacturing’», indica Murillo. Su previsión es que con la planta a pleno rendimiento su capacidad productiva se incremente hasta en un 500% respecto a la que tiene actualmente y permita a la línea de negocio de Dynamical Tools –la que fabrica impresoras 3D– sacar hasta unas 400 máquinas al año «con un sistema de calidad y verificación muy superior al actual».
Reconoce el primer ejecutivo (CEO) de esta pujante firma que la utilización de toda su capacidad productiva no será una realidad ya en 2020, pero afirma que «necesitábamos algo lo suficientemente elástico para asumir el reto que esperamos sin comprometer a la empresa».
En la línea de negocio de servicios de impresión 3D, que se ha fortalecido con acuerdos vinculados con el sector de la automoción, «ya estamos por encima de las previsiones en su lanzamiento hace apenas nueve meses, lo que nos ha obligado a aumentar hasta 4 las personas dedicadas íntegramente a ese departamento», reseña Murillo, que destaca en este campo la marca propia de la compañía en materiales técnicos para la impresión 3D, «derivada del aumento de parque de máquinas que generamos mes a mes».
En el campo de la impresión 3D, esta compañía aragonesa valora la alianza rubricada en mayo pasado con la firma estadounidense Carbon, un ‘unicornio’ surgido en el Silicon Valley californiano. «Ser sus socios nos ha aportado un grado de credibilidad considerable, además de la posibilidad de poder ofrecer una tecnología tan competitiva en costes, que es capaz de desbancar al molde de inyección, sin perder las bondades de la impresión 3D», señala Murillo. «Estamos hablando de fabricar miles de piezas por semana en algunos casos, con propiedades mecánicas tan versátiles que son aptas para el producto final, e incluyendo en cada una de ellas una trazabilidad si es necesario, algo impensable hace un par de años solamente. Y esa tecnología está en Aragón, en nuestra casa, para que la industria aragonesa la aproveche», añade.