Inés Villa (Aera): «Somos de los pocos países capaces de abarcar todo el diseño y fabricación de una aeronave»
Inés Villa (Zaragoza, 1979) cerró, sin buscarlo ni pretenderlo, un círculo cuando hace casi dos años la nombraron gerente del clúster de Aeronáutica, Aeroespacial y Defensa de Aragón (Aera). “Cuando era pequeña, mis abuelos me llevaban a un simulador de vuelo que había en el Tibidabo y me encantaba”, recuerda con un brillo en los ojos durante la entrevista que mantiene con D+I – EL ESPAÑOL.
Quizá las sensaciones que le evoca esa escena de su infancia fueron una de las causas que hicieron a esta ingeniera aceptar el reto de gestionar Aera. Este conglomerado de empresas, del que ya forman parte más de 40 socios, nació hace 17 años para dinamizar una industria que ya supone el 4% del PIB de la región.
Tras su vuelta a nuestro país, “la nanotecnología me llamó muchísimo la atención», confiesa al recordar su transición hacia proyectos más innovadores. Fue así como se adentró en la biomedicina, buscando proyectos con un componente más social para mejorar la vida de las personas,
Recaló en la Universidad de Oviedo, también en la empresa privada con NTT Data, y en el centro tecnológico Circe aprendió a ejercer de “traductora entre lo que demandan las empresas y lo que genera el mundo de la investigación”. Toda esta experiencia la llevó a comprender la importancia de impulsar proyectos que aporten a la sociedad. La casualidad la llevó a Aera.
El despegue aragonés
El sector aeronáutico genera en España más de 100.000 empleos directos e indirectos y 9.000 millones de euros. “Somos de los pocos países capaces de abarcar el ciclo completo de diseño y fabricación de una aeronave. Todo ello nos convierte en la quinta potencia europea en este sector”. En el aeroespacial, los datos que aporta Villa tampoco son desdeñables: emplea a más de 50.000 personas y factura 2.000 millones de euros, de los que el 10% se invierte en I+D.
En Aragón, según esta ingeniera, en los últimos 25 años han multiplicado por seis la facturación, pasando de los 250 millones de euros a 1.500. Este clúster, junto con el aeropuerto de Teruel, la Universidad de Zaragoza y centros de referencia en investigación, como el de Logística, han provocado la proliferación de empresas y proyectos dentro de la industria aeronáutica y aeroespacial. Menciona a PLD Space, Elson Space o Sceye, todos ellos socios del clúster.
“Además, nuestra situación geográfica, entre Madrid y Barcelona, nos permite seguir avanzando y crecer”, asegura Villa. Pero no lo hacen solos. Aera forma parte del European Aerospace Cluster Partnership (EACP) donde, entre otras cosas, han aprendido que sus ámbitos de trabajo, aeronáutica y aeroespacial, han de ir ligados al de defensa. “Por eso lo añadimos al nombre de nuestro clúster”, haciendo así una declaración de intenciones en relación con una industria que “siempre está a la vanguardia de la tecnología”, asevera Villa.
Drones, fabricación aditiva y economía circular
Entre los proyectos en los que trabajan en Aera, Villa destaca Pharmadron, una iniciativa con la que se pretende utilizar drones para mejorar la eficiencia y la rapidez en la entrega de medicamentos a zonas remotas o de difícil acceso, resultado de la colaboración entre la compañía farmacéutica Novaltia y Delsat, una de las empresas del clúster.
“La idea es que los drones puedan llevar productos farmacéuticos a comunidades rurales, áreas afectadas por desastres naturales o lugares con infraestructura limitada”. Lo que no sólo beneficiaría a quienes viven en estos lugares, sino que también puede ser crucial en situaciones de emergencia. El aeropuerto de Teruel ha sido la ubicación utilizada para los vuelos de prueba.
En el aeródromo de Villanueva de Gállego, también en Zaragoza, se están desplegando los drones del proyecto Wingway, que aún está en su primera fase. Se trata de vehículos no tripulados de una mayor envergadura para que puedan utilizarse en la entrega de paquetería.
Tecnologías como la fabricación aditiva o el desarrollo de una plataforma de gemelos digitales para mecanizado en tiempo real también están entre las tecnologías por las que están apostando en este clúster para la digitalización de procesos productivos, así como la implantación de inteligencia artificial para las futuras smart factories.
Por otro lado, también tienen en marcha proyectos dentro del campo de la sostenibilidad orientados, principalmente, a dos áreas: la economía circular y la recuperación de materiales. En este sentido, están desarrollando un sistema para la recolección de virutas metálicas en los procesos de mecanizado y que no se conviertan en residuos.
«En Aera apostamos por la industria productiva, el desarrollo de tecnologías de producción ultraeficientes y sostenibles, por la digitalización y el trabajo con la inteligencia artificial y con nuevos materiales. El big data, la visión artificial y las telecomunicaciones figuran también entre los objetivos», enumera Villa. Esta ingeniera, que recientemente ha visto reconocido su trabajo como nominada a los premios MAS (Mujeres a seguir), ahora puede subirse a una aeronave de verdad y evocar esas tardes de su infancia en el Tibidabo.
Sobre AERA
AERA nació en 2007 con la misión de potenciar y promover el desarrollo de tejido industrial y empresarial del sector aeronáutico en Aragón, y hacer de éste un sector consolidado, competitivo y con proyección de futuro. Para ello, crear foros constructivos y eficaces para el diálogo entre sus miembros del ámbito multisectorial, incentivando la mejora y cooperando para favorecer el “networking”, fomentar los estudios, la creación de puestos de trabajo, desarrollar planes de competitividad y divulgar todas las actividades de la cultura aeronáutica en general.
AERA es uno de los 8 clúster aragoneses que junto con TECNARA (clúster TIC), ALIA (clúster logístico), ARAHEALTH (clúster de la salud), CAAR (clúster del automóvil), el Clúster de Alimentación, el Clúster de la Energía, y ZINNAE (clúster para el uso eficiente del agua) desarrollan toda su actividad desde el denominado Espacio Clústeres, ubicado en la Nave 6 de CEEIARAGON en Zaragoza. Allí cuentan con algo más de 480 metros cuadrados que se distribuyen en una zona diáfana en la primera planta en la que trabajan actualmente unas 40 personas de los ocho clústeres.