La inteligencia artificial que nace del Pirineo, a través de la ‘startup’ The MindKind busca dotar a las máquinas de capacidades humanas
The Mindkind se sumó en el mes de mayo de este año a los servicios CRECE de desarrollo de proyectos empresariales innovadores, y entró a formar parte así del ecosistema CEEIARAGON
Hablar con una máquina sin llegar a distinguir si se interactúa con un robot o un humano. Es el gran desafío que se marca conseguir The MindKind, una startup creada en Castejón de Sos por Mario Garcés, un informático y emprendedor madrileño que lleva 15 años asentado en este municipio altoaragonés. Allí está tratando de que eche raíces esta innovadora y joven empresa, que trata de adentrarse en el futuro digital sin que el medio rural suponga un obstáculo insalvable para ello.
Se trata de uno de los ocho proyectos nacionales, y el único radicado en Aragón, que ha sido seleccionados para pasar a la fase de aceleración de la primera edición del programa Atrévete a saltar, impulsado por la Fundación Ibercaja.
Esta empresa de base tecnológica se constituyó hace poco más de medio año, a finales de 2020, pero su nacimiento es fruto de 15 años de investigación en el campo de la neurociencia que ha llevado a cabo su fundador. De ese trabajo ha surgido un «modelo funcional» que explica cómo se comportan las emociones y su relación con la atención y la cognición. El estudio viene recogido en un artículo académico publicado por la revista Frontiers in Integrative Neuroscience, del que parte la idea de negocio que se quiere poner en marcha.
La inteligencia artificial que se utiliza actualmente es débil o estrecha, es decir, se caracteriza por estar especializada en una tarea concreta. «Aplica modelos estadísticos muy profundos para aprender las reglas que tiene que resolver, pero para cosas muy específica», explica Garcés. The MindKind quiere ir más allá y desarrollar una IA general.
Su aplicación va dirigida a todos los ámbitos donde se produce una interacción hombre-máquina, ya sea un centralita de atención telefónica, un asistente personal de voz –tipo Siri o Alexa–, un robot que asiste a personas ancianas o servicios del mundo de los videojuegos –el metaverso, el universo paralelo–.
En colaboración con el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA), la startup ha desarrollado ya una «arquitectura cognitiva» de su modelo y antes de que acabe el año espera crear un prototipo del sistema con el objetivo de afrontar el lanzamiento de un producto comercial en 2022 o 2023. «El objetivo máximo es que la propia máquina llegue a dudar de si es una máquina o humano. Estamos hablando de un nivel como el visto en la película Blade Runner en cuanto a capacidad, pensamiento y razonamiento interior, siempre simulando un proceso consciente», explica.
En busca de financiación
Para cumplir estos retos, Garcés prevé incorporar pronto al proyecto a dos nuevos socios y lograr así financiación para su impulso definitivo. «Estamos hablando con fondos de capital riesgo europeo», apunta. A corto plazo aspira a conseguir 300.000 euros, una inyección de capital que sería a cambio del 15% de la sociedad, La inversión total rondaría el medio millón de euros en una primera fase si logra las subvenciones solicitadas.
No es el primer proyecto empresarial que impulsa Garcés. Con tan solo 24 años ya creó con varios socios una firma de desarrollo de software (Digital File), que fue vendida en 2004. Después entró en el sector de la formación, con una consultora de recursos humanos (Daxnatur) que pretendía asentarse en Castejón, pero «la crisis de 2008 dejó el proyecto en la cuneta». Entre tanto, decidió «coger todos mis recursos económicos» para centrarse en investigar en neurociencia, de lo que ha surgido su nuevo proyecto.